5 formas en las que el estrés puede afectar tu deseo sexual

Bajo deseo sexual Puede resultar molesto para los hombres que antes disfrutaban de una libido alta. El estrés es uno de los culpables más comunes de la libido baja, especialmente cuando parece surgir de la nada. Pero el estrés en realidad afecta el deseo sexual de muchas maneras, lo que significa que no es tan fácil de tratar. Aquí hay cinco formas en que el estrés puede afectar su libido y cómo nuestro proveedores de salud íntima aquí en Tideline Center for Health & Aesthetics puede ayudar.

Interfiere con los niveles hormonales

El estrés nunca es solo mental: afecta a tu cuerpo a un nivel mucho más profundo. El cortisol es ampliamente conocido como la “hormona del estrés” y, con el tiempo, puede interferir significativamente en la producción de testosterona, la hormona que, en los hombres, impulsa en gran medida la libido. Si notas que ya no te sientes impulsado a la actividad sexual, puede ser que tu cuerpo simplemente no esté priorizando la testosterona debido a la mayor presencia de cortisol.

Te cansa

El estrés puede ser agotador. Si sufre estrés crónico, es posible que tenga poca energía para hacer las cosas que disfruta, incluida la actividad sexual. De hecho, es posible que descubra que la actividad sexual es el último elemento de su lista debido a los costos físicos, mentales y emocionales que implica. Aunque la actividad sexual puede haber sido energizante en el pasado, es posible que descubra que solo contribuye a su bienestar. bajo nivel de energía – o suena demasiado agotador hacerlo en primer lugar.

Te hace distante

Una respuesta común al estrés es el mal humor, por lo que si evitas a las personas de tu vida, es perfectamente normal. Es posible que busques la soledad en lugar de tener intimidad con tu pareja porque necesitas relajarte y recargar energías. También es posible que te sientas agresivo e irritable ante la idea de pasar tiempo en intimidad. Este efecto puede agravarse y hacer que te sientas aún más irritado y agresivo debido a la falta de intimidad.  

Interfiere con la concentración

El estrés puede provocar confusión mental, un fenómeno que provoca dificultad para concentrarse, enfocarse y permanecer presente. Estos factores son importantes en la actividad sexual: si tienes problemas para concentrarte en la situación, puede resultarte difícil excitarte o alcanzar el orgasmo. Esto puede reducir drásticamente tu disfrute de la intimidad y, a su vez, tu deseo de participar en ella en primer lugar.

Te aleja de la mente el sexo

Cuando estás estresado, tu mente puede obsesionarse con lo que te estresa. Si notas que no fantaseas ni piensas en la actividad sexual tanto como antes, es posible que el estrés esté influyendo. Además, es posible que pienses en tus factores estresantes durante la intimidad, lo que dificulta la participación. 

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